Es la productora de “Cuando muerde el amor” y un poco se ha convertido en la niñera de todos los actores, y en la culpable de todos los errores que tiene el programa.

Falluta y acomodaticia, era muy capaz de entregar la cabeza de su mejor amigo con una sonrisa, sin que la culpa la roce ni un poco. Su capacidad de aguante no tiene límite. Carece de vida propia, y lo que más le gusta en la vida es acertar con sus vaticinios. Si algo no funciona, ella ya lo sabía, si tal actor iba a ser una pegada, también es mérito suyo.

Siempre se jactó de no tener tiempo para el romance. Lo consideraba una pérdida de tiempo. No puede ser considerada con alguien, está demasiado enfocada en ella y en su trabajo.  Es un desastre con las relaciones, igual lo intenta.