
Bárbara Salvatierra
Natalie Pérez
A Bárbara le llegó el momento de ser la única artífice de tu destino. Ya no puede cargar las tintas contra la madre ni contra la hija. Es ella. Todo su impulso, su explosión, su incapacidad de ordenar la vida, la han llevado a una situación de soledad y desamparo. Desde que perdió a Selva el mundo se le puso cuesta arriba. Con Selva se fue el sostén emocional y la figura materna. A partir de allí Bárbara se separó de Ariel, su productor discográfico le hizo saber que aún siendo una buena compositora no estaba lo suficientemente madura para el estrellato y prefirió darle su canción a una cantante reconocida y, en cuanto a su departamento, no pudo renovar el contrato por la inestabilidad de sus ingresos.
Con treinta años, Bárbara tiene que empezar de cero pero no sabe cómo. Su única relación estable es su maternidad que le permite disfrutar y saberse querida. Le da a Victoria todo el amor y el tiempo de juego del que careció siendo ella chica, pero la relación entre ellas parece la de dos hermanas.