Espectáculos
La China Suárez detalló cómo está atravesando el COVID-19
En medio de la segunda ola de COVID-19 en Argentina y tras el anuncio de las nuevas restricciones en AMBA para intentar frenar la ola de contagios, la China Suárez se dirigió a sus millones de seguidores para contar cómo está transitando la enfermedad.
La actriz compartió en Instagram Stories un video de tres segundos, en el que se la ve recostada mientras su hijo Amancio juega sobre ella.
“Gracias a todos por sus mensajes. Transitando este virus con dolor de cabeza, contractura, decaimiento y un poco agitada. La cabeza no para y puede jugarte una mala pasada. Un abrazo a todxs lxs que lo están pasando mal o tienen algún familiar convaleciente”, escribió la China. Y agregó: “esas manitos la curan”, en referencia a los mimos de Amancio.
Sumado a su malestar y aislamiento, su pareja, Benjamín Vicuña se encuentra en Chile, donde viajó por motivos laborales y su regreso al país se ve dificultado por el cierre de fronteras.
En ese sentido, el actor manifestó su malestar e incertidumbre por no poder volver a Argentina en sus redes sociales: "Para nadie es una novedad hablar sobre los tiempos desafiantes que vivimos. Tiempos comparados con guerras que al menos yo no viví. Para nadie es fácil manejar en medio de la niebla, muchas veces sin saber cuál es el camino. Qué difícil para la ciencia y para nosotros entender que el aire puede ser nuestro enemigo, un beso un kamikaze y la distancia con nuestros seres queridos un salvavidas. En mi caso, como actor, cumplo con mi responsabilidad de terminar una serie nocturna en Chile desde el 6 de marzo, alejado de mi familia radicada en Buenos Aires, con fronteras cerradas que solo aceleran la ansiedad y con mis teatros sin poder abrir sus puertas hace ya más de un año", sostuvo.
Y agregó: "Qué desolación ver como algo tan grande y noble como un centro cultural se cae a pedazos en medio del desinterés. Nada de lo que menciono se compara al dolor de perder a alguien, eso es obvio, pero si es un dolor progresivo y aparentemente invisible. Los trabajadores de la cultura hoy son invisibles, como sus familias y necesidades. Cuánto dolor e incertidumbre caminar por las sombras de lo no esencial. Este texto seguramente no es esencial ni relevante, pero si un grito desde lo más profundo de un hombre que improvisa y extraña en tiempos violentos", escribió.
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