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Preocupación por la salud de Sergio Lapegüe: fue derivado a terapia intensiva
Sergio Lapegüe contrajo coronavirus cuando regresó de sus vacaciones en República Dominicana y se encuentra internado en el Sanatorio Juncal de Temperley, en la zona Sur de Buenos Aires, por ser considerado paciente de riesgo por ser asmático.
Después de 10 días de internación su cuadro se agravó y fue derivado al área de terapia intensiva. Su esposa, Silvia “Pochi” fue quien comunicó la noticia a través de sus redes sociales. “Anoche Sergio pasó a terapia intensiva, la tomografía de ayer dio un poco más de inflamación en sus pulmones y volvió a levantar fiebre y no oxigenaba bien”, escribió.
Además, explicó que su esposo “está muy agotado física y anímicamente” y agradeció por todos los mensajes de apoyo en este duro momento: “Gracias por tanto amor”.
La semana pasada, el periodista escribió un conmedor descargo en su cuenta de Instagram para contar cómo estaba atravesando la enfermedad y la internación: “La soledad. Estar aislado. No querer ver a nadie. Estar a oscuras por necesidad. No podés prender la tele, simplemente porque no quieres escuchar nada. Silencio. Solo siento los pasos de los tremendos servidores públicos que van de un lado a otro por el pasillo del COVID. Médicos, enfermeros, personal de limpieza, de servicio a la habitación. Que se arriesgan cada minuto para que los pacientes puedan cursar esta enfermedad tan desconocida como rara, de la mejor manera sin secuelas. “Los héroes”, como los llamamos al principio, se acuerdan?”.
Y continuó: “Cada vez que tienen q entrar a cada cuarto se visten con ropa nueva la que se quitan cuando se van. Y la descartan en un cesto para no llevar el virus. Y de pronto controlan el oxígeno en sangre y satura bajo, ahí te ponen oxígeno para respirar mejor. Y viene la experimentada enfermera y te inyecta antibióticos o cortocoide, o un anticoagulante, para evitar una posible trombosis. Y un mazazo cae sobre tu cabeza, que te desploma sobre la cama. No querés levantarte. Solo que pase el tiempo y que el virus se vaya cómo llego. Estoy en el cuarto día de internación. La fiebre alta se acostó en mi cama y aún permanece. Debo reconocer que estoy pasando por varios estados. Van y vienen. Dolor de huesos, de espalda, fiebre, tos, descompostura, desgano, dormitar a cualquier hora, y a veces te agitas, te falta el aire. Algo que conozco bien por mi asma. Por suerte la neumonía está controlada, el virus no se expande, tal vez gracias al Plasma de convaleciente, está en el mismo lugar, ahí en el pulmón derecho, cerca del corazón. Y con el corazón les hablo siempre. Muchas gracias por todos los mensajes de aliento y apoyo. De verdad me emocionan. Y son innumerables. Aunque sé qué hay gente mal intencionada. Que se alegra de los problemas del otro. Que opina sin saber. Ojalá puedan dejar de odiar o envidiar porque eso es malo para el corazón de cada uno de ustedes. El virus no lo traje del viaje. Lamentablemente me contagie acá. Se los digo de corazón. Un amigo”.
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