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Marcos pasó por el confesionario y se quebró al hablar con Gran Hermano sobre la eliminación de Agustín, su gran amigo en la casa.

“Me siento un poco…”, logró decir el salteño antes de quedarse en silencio y aguantándose el llanto.

“¿Te tomó por sorpresa?”, le preguntó Gran Hermano a quien fue el líder de la semana. “En parte sí y en parte no, porque acá en cualquier momento nos podemos ir todos. Nunca se sabe quién está bien posicionado”, respondió él ya entre lágrimas.

“No había necesidad de nada. Solo ser cada uno cómo es y disfrutar todos los días un poco. Me sentía a gusto con él porque podía abrirme por completo”, reflexionó Marcos sobre su amistad con Agustín.

La Tora Lucila se acercó a la cama del salteño para consolarlo. “Dios le pone a sus guerreros batallas que no pueden perder en su espalda, solo eso te voy a decir”, expresó la oriunda de Berazategui.

El Primo le agradeció a Lucila por el gesto, y ella le dijo que Agustín seguro quisiera verlo de buen ánimo.

Ariel, el salvado de la placa por el primo y Romina, también intentó consolar al salteño allí en la habitación.

QUÉ DIJERON DANIELA Y LUCILA EN EL CONFESIONARIO

Daniela en el confesionario contó que “la vio muy jodida” cuando quedó en el mano a mano con Agustín, y se mostró relajada después de tanta tensión con la votación final.

“Salí del lugar de víctima y dije ‘¿por qué a mi?’. Estoy siendo yo, cero careta”, expresó Lucila ante Gran Hermano, mientras que afuera Walter asegura que ella está empezando a “meter cizaña” como durante su primer paso por la casa.