moncha toda la vida la china suarez sobre icardi y el wandagate

En una de las entrevistas más íntimas de su carrera, Eugenia "La China" Suárez se sinceró con Moria Casán en La Mañana con Moria, revelando detalles inéditos sobre el inicio de su relación con Mauro Icardi y el impacto que tuvo el mediático escándalo del "Wandagate".

La actriz confesó que, antes de que el romance se concretara, se reunió con el futbolista para revisar los mensajes que Wanda Nara había difundido en su momento, donde Icardi se refería a la China como "moncha de mierda".

"Yo soy moncha de alma, y voy a ser moncha toda la vida, eso no me lo saca nadie, es mi personalidad, y me río", afirmó la actriz sobre la frase viralizada.

La China recordó que cuando el escándalo estalló en los medios, ella se sintió "abandonada" por Icardi, lo que la llevó a odiarlo profundamente. La actriz sintió que él priorizó a su familia, dejándola a ella sola y con una imagen negativa.

"Yo lo odié profundamente, pero fue como una traición para mí, muy, muy fuerte, muy fuerte, porque sentí que me quedé sola, como con todo el quilombo yo", confesó la China.

A raíz de ese sentimiento, la actriz aseguró que perdieron el contacto por al menos tres años y luego se reencontraron finalmente en un restaurante de Costanera, pero antes de iniciar su actual relación, la China exigió sinceridad.

La actriz relató que tuvieron que reunirse por días en una especie de "auditoría" para repasar los viejos mensajes. "Fueron tres, cuatro días de juntarnos tipo una auditoría ‘mostrame tal cosa’, ‘por qué dijiste eso’".

Además, la China aseguró que cuando los mensajes entre ella e Icardi comenzaron, él ya le había mandado "capturas" que comprobaban su separación de Wanda. "Cuando nosotros nos empezamos a hablar, él estaba en París, pero él estaba separado, lo que pasa es que no se sabía públicamente", le confió a La One.

Tras repasar las versiones, la actriz decidió perdonarlo: "Necesitábamos hablar, porque yo tenía una versión, él tenía otra versión. Yo necesitaba escuchar de su boca, y ver si él era sincero, cómo hablaba, cómo gesticulaba, desde otro lugar”.

Hoy, la pareja se "caga de risa" de los viejos chats, y la China reafirma que, pese a los escándalos, su forma de vivir el amor sigue siendo la misma.