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Así fue la tragicómica salida de Agostina, entre la frialdad de Furia y con Emmanuel cantando
En la emisión de Gran Hermano del martes 5 de marzo se pudo ver cómo fue la salida de Agostina de la casa por decisión propia.
La jugadora decidió abandonar la competencia una vez que Lisandro quedó eliminado ante Furia en el mano a mano final de la 11° placa de nominados, y alegando que la deportista la amenazó de muerte en la cena del sábado.

“Santiago, yo decido abandonar la casa en este momento, yo no voy a vivir con una mina que me amenaza de muerte”, le había dicho la expolicía al conductor de Telefe al final de la gala, a lo que Juliana contestó gritando “que se vaya, que se vaya”.
Emmanuel suponía que Agostina iba a salir pronto, pero Bautista le señaló que “arriba de él no hay alguien haciéndole bullying todo el día”. El cordobés entonces reflexionó y aseguró que él sufrió eso justamente de parte de la entrerriana. “Yo me la banqué porque quiero estar acá”, agregó el estilista.

Mientras se daba esa charla, Agos confirmaba su deseo de irse en el confesionario. “Me quiero ir, hay mucha gente con mucha maldad, no quiero estar más acá, y hay situaciones que me superan, como esta, por ejemplo”, expresó.
La expolicía pasó mucho tiempo encerrada en el confesionario, y en ese entonces Furia ya vislumbraba su partida, aseguraba que “todo se tiene que picar en Gran Hermano” y celebraba comentando que “se va a poder sentar en el sillón sin ver una cara de o…”.

Sorpresivamente, Agostina elogió a Juliana en su charla con Gran Hermano. “Tenés que tener una cabeza tremenda acá adentro y la fortaleza que maneja esta piba es increíble. Es algo que nunca vi en mi vida”, indicó.
Una vez que la expolicía volvió al living, se encargó de agarrar su valija -que ya estaba armada porque estuvo nominada- y Martín fue el primero en enterarse de la noticia confirmada.

Agos saludó a todos los jugadores de la casa excepto Juliana, Catalina y Virginia, que igualmente vieron su salida de cerca porque estaban sentadas en el sillón del patio.
La situación se volvió aún más tragicómica cuando Emmanuel comenzó a cantar Pico, piquito y la versión de Ciudad mágica que armaron para las despedidas y nadie lo siguió. Emma insistió pero Cata le pidió que se detenga.