Cena de nominados: las mentiras de Petrona quedaron expuestas y se armó un escándalo

Los 10 jugadores que quedaron en la placa positiva fueron a la cuarta cena de nominados de la casa de Gran Hermano. Allí sucedió un fuerte cruce a causa de Petrona Jerez, que ya se salvó del voto telefónico.

Giuliano Vaschetto retomó sus declaraciones en el polémico almuerzo que hubo durante el sábado y afirmó que “no tiene nada en contra ni votaría” a algunos de sus compañeros de la placa; mientras que Keila Sosa fue por un sendero opuesto y apuntó contra Sofía Buscio y Candela Campos.

“Cande, Sopa… su juego es muy evidente y se nota mucho. Me llegó un comentario muy feo de ustedes dos ayer en la fiesta cuando Petro se acercó y me dijo ‘hay mucha envidia dando vuelta’. Me dijo que fueron ustedes dos a decirle ‘¿cómo dejás que te traten así?’”, relató Keila sobre lo sucedido con la tucumana en la noche del viernes.

Sopa no tuvo problemas en aceptar que dijo eso pero se encargó de aclarar sus intenciones. “Yo no siento que tengo que hablar por atrás de ustedes, al contrario”, indicó la fanática de las motos. Keila terminó poniéndose en contra de Petrona, asegurando que las cosas de ese estilo que realiza la pueden dejar fuera de la casa de Gran Hermano en un futuro.

Luego de la cena, Sofía y Cande fueron a encarar a la tucumana por lo que anduvo divulgando y sugiriendo sobre una posible envidia hacia Keila.

Petrona inicialmente se lavó las manos, por lo que Candela llamó no solo a Keila, sino también a Lourdes Ciccarone y Martina Pereyra para que se aclaren los tantos de lo que dijo o no dijo la tucumana.

A pesar de que dijo “las dos” cuando Lourdes y Keila le preguntaron si Cande y Sopa eran las que andaban hablando mal de ellas, Petrona negó todo en la reunión grupal e incluso trató de mentirosa a Keila.

Keila no se achicó ante la mentira de Petrona y le remarcó que no solo involucró a Candela y Sofía, sino también a Chiara Mancuso. La discusión no llegó a ningún lado, aunque la tucumana quedó marcada como una “chismosa” luego de haberse reído en la cara de todas.