Luciana contó con orgullo quién es y sufre por su mamá: "Siempre sentí esto desde niña"

Luciana Martínez reconoció que anduvo con un nudo en la garganta y que llegó la hora de contar toda su historia en la casa de Gran Hermano, al menos inicialmente para su familia, quienes no sabían de su verdadera identidad.

La bailarina primero fue al confesionario para decir que intentaría expresarse ante las cámaras con el objetivo de dirimir lo que siente a raíz de que su familia se entere a través del reality de Telefe que ella ya no es más Jorge Barrionuevo.

"Quiero decirles que estoy bien y que soy feliz siendo Luciana. Que me escondí mucho tiempo para cuidarlos. A Luciana la llevo conmigo desde hace tiempo y no quiero que sea más un tema tabú", declaró la jugadora de Gran Hermano en el confesionario.

"Entendí que tengo la libertad de mostrarme tanto en el día como en la noche. Fueron más de 10 años", expresó Luciana con orgullo, aunque reparando en que todavía no se siente cómoda como para hablar con todos sus compañeros del reality.

"Esto es lo que quiero ser y lo que siempre sentí desde niña. Le quiero decir a mi mamá que la amo muchísimo. Sé que el día que me vio seguro dijo que no me va a poder decir más 'hijo', pero espero que entienda que yo sigo ahí siempre para ella. Quiero que esté orgullosa y verla el día que salga. El país la tiene que conocer porque es alguien que luchó muchísimo", declaró la santacruceña.

Luciana salió llorando del confesionario y llamó la atención de Delfina de Lellis y Sofía Buscio. Les explicó la situación de su madre y la amante de los tatuajes le aseguró que tiene que sentirse orgullosa de lo que es.