No es un exorcismo ni un secuestro: es la carrera de caracoles

No se trató de un exorcismo ni un secuestro, sino que Gran Hermano propuso un desafío para competir “a todo arrastre” en la casa durante la tarde del 22 de mayo.

Divididos en dos equipos, se realizó una “carrera de caracoles” a lo largo del pasillo que une el living con el antebaño.

Las rondas fueron de uno versos uno y los jugadores tuvieron que envolverse en papel film, acostarse y esperar la orden de Gran Hermano para iniciar la carrera arrastrándose por el suelo, sin poder pararse, sentarse, arrodillarse ni avanzar de espalda.