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Una tarde para llorar: desde las críticas de Furia hasta la culpa de Manzana

Espiamos la casa de Gran Hermano. Mirá el video.
Por Mi Telefe

Noticias: Una tarde para llorar: desde las críticas de Furia hasta la culpa de Manzana

Gran Hermano le propuso a los jugadores un tópico de conversación que dejó llorando a varios en la casa más famosa del mundo: el mejor y el peor momento de tu vida.

El líder de la semana, Bautista, explicó que además se les dieron varias preguntas como guía para que la charla fluya, y quien rompió el hielo fue Furia, relatando que tuvo que superar y asumir la muerte de sus padres, y luego terminó insultando a Constanza por lo sucedido antes de su eliminación.

Siguió Emmanuel, contando cuando le tocó vivir en la calle y que trabajó en distintas actividades desde sus 14 años de edad. “El mejor momento de mi vida fue lograr tener mi casa”, señaló el cordobés.

Darío eligió el nacimiento de sus hijos y su nieto como el mejor momento de su vida. “No se puede comparar con nada”, indicó el platense que como malos momentos estableció aquellos con inseguridad económica y haber visto sufrir a su mamá por eso. Juliana tuvo un contrapunto con él cuando estaba expresando que jamás juzgaría como persona a alguien por el juego de la casa de Gran Hermano.

Entre lágrimas, Virginia narró que el peor momento de su vida fue cuando una de sus hijas tuvo que ser operada a los 5 meses de edad. “Por suerte salió todo bien, nació con los huesos pegados en el cráneo”, aclaró la standupera.

El peor momento de Mauro fue en su adolescencia “cuando se juntaba con gente que no era para él”.

“También cuando mi abuela no me reconoció más por demencia, después me encerraba a jugar a la Play solo porque no estaba bien conmigo mismo, siempre tuve problemas de autoestima, mostrarme a mí mismo como soy y sentirme aceptado”, continuó el exrugbier con mucha emoción.

Bauti comentó que el peor momento de su vida fue la muerte de su padre cuando tenía 12 años. “Miro para atrás y no recuerdo haberlo sufrido, pero estoy seguro de que fue un bloqueo de mi cabeza, lo tendré que trabajar”, reflexionó el uruguayo.

Nicolás habló del fallecimiento de sus abuelos, y luego llegó el turno de Manzana, a quien le costó más expresarse y finalmente terminó llorando.

“Dejé mi vida atrás y vine a Buenos Aires en busca del éxito y un sueño. Por eso recalco la confianza en uno mismo. También perdí familia, mi papá a los 16 años, y siento culpa al día de hoy, no lo superé y todavía me cuesta hablarlo. Sentía que yo siendo el más chico tenía que ser el hombre de la casa”, expresó el tucumano.

“Mi mamá no dejó que me faltara nada pero tengo culpa porque no sé si soy el mejor hijo que pudo haber tenido. Supongo que hoy debe estar orgullosa por cómo me vio crecer. Me fui sin pensar si iba a volver y eso me genera culpa, la dejé sola”, reconoció Federico.

Virginia le dijo a Manzana que no dejó sola a su mamá porque la siguió ayudando, y él expresó que ella y su tía es “la única familia que le queda”.