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Por Lautaro Larocca | Actrices y allegados reconstruyeron los gestos y acciones de la figura fallecida por un cuadro depresivo del que no pudo salir.
A través del testimonio de tres actrices y otros allegados se puede reconstruir parte de las últimas horas con vida de María Onetto, cuya muerte el pasado jueves 2 de marzo de 2023, a sus 56 años, dejó trunca las oportunidades de todavía un mayor crecimiento en su carrera profesional como así también los sueños de aquellos que deseaban poder aprender con ella.
La artista fue hallada sin vida en su casa del barrio porteño de Palermo y el informe policial indicó que se trató de un suicidio, por lo que su accionar en sus últimos días nunca dejó ver que en el mismo subyacía una profunda depresión por la pérdida de su madre.
Hasta apenas pocas horas antes de tomar la decisión de quitarse la vida, Onetto planeaba continuar dando clases en el Teatro El Grito con su seminario de actuación sobre palabras y escena “Decir la letra”, razón por la cual planificó una seguidilla de reuniones durante sus últimas tres semanas de vida.
“Cuando me explicó cómo iba a ser el taller, me voló la cabeza. Yo dije ‘wow, si así te explica en un mail antes de pasarte, no sé, el precio de lo que iba a cobrar, lo que será el taller”, cuenta Camila Carballa, actriz que iba a estudiar con la artista que brilló en películas como La mujer sin cabeza (Lucrecia Martel, 2008) y Relatos salvajes (Damián Szifron, 2014).
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“Ya en el mail te pedía que le digas qué día podías ir a una reunión grupal de poquitas personas para contarte más o menos cómo era el taller y ver si era lo que estabas buscando. Cuando llegó el día, María fue re puntual y estaba re contenta porque no faltó nadie”, asegura Cami.
“María nos dio una explicación de sus clases en las que hubo un detalle muy importante: los primeros 40 minutos eran dedicados a la relajación para poder desconectarse del afuera. A mí me pareció genial, pero hoy con el diario del lunes eso me sorprende porque habla de una relajación que quizás ella no tenía”, recuerda Carballa en diálogo con MiTelefe.
Julieta de Moura, actriz y docente en la escuela de formación actoral Creer es crear, también participó del encuentro con Onetto en vista de sumarse a su seminario, y coincide en la buena onda que transmitía en esa reunión la hoy fallecida.
“Parecía una mina con mucha sensibilidad, como con un aura tranquilo y muy sensible. Ese día que nos reunimos hizo un par de chistes, lejos de toda la solemnidad que uno pueda creer que tienen los grandes actores. Era supernormal y amena. Hizo chistes, era re dulce y hasta nos tiraba besos cuando nos íbamos”, señala Juli.

De Moura también concuerda en que no hubo señal alguna en ese encuentro sobre el proceso que estaba atravesando Onetto y que luego tendría un trágico desenlace: “Quizás uno tiene como una imagen de ella por los personajes ha hecho, que han sido un poco más oscuros, más tristes, como más emocionales, por decirlo de alguna manera. Ni idea sobre qué clase de persona emocional era María ni cómo estaba conectada con esa parte emocional. Pero después de lo vivido con ella ni loca iba a pensar en que estaba sumida en una depresión tan grande y una profunda tristeza”.
Otro detalle brindado por Julieta deja ver parte de la pasión que tenía Onetto por su docencia con los actores, como así también uno de los altibajos que pudo haber tenido durante sus últimos días de vida.
“Contestaba rápido y te mandaba mails hasta los domingos. Era muy dedicada. El día de la reunión nos dijo ‘si salen de acá y les gusta mi propuesta, mandenme un correo confirmando’. Yo llegue a mi casa y le envié, pero ella jamás respondió”, relata la actriz en su charla con MiTelefe.

Camila también salió de esa reunión muy entusiasmada por aprender de todo lo que Onetto tenía para ofrecer, aunque claro está, sin saber de todo lo que ella estaba pasando ni en donde desembocaría su proceso interno en cuestión de pocos días: “Me fui re contenta porque sentía que era todo lo que estaba buscando, de hecho salí de ahí y le mandé un mensaje a mi mamá diciéndole que creía que con María iba a lograr a animarme a hacer un montón de cosas y encontrar muchas herramientas que me faltan para poder volar con la actuación”.
“Cuando el miércoles posterior me comentaron que María faltó a la otra reunión, me preocupé mucho. Podía pasar que se atrasara aunque había sido puntual, pero ya se ausentaba por más de una hora. El final es terrible y es muy triste, y me pongo a pensar que en ningún momento de la reunión ella transmitió ni un poco de angustia, al contrario, a mí me transmitió mucha paz y mucha me dio mucha confianza en mí misma. En ningún momento vi algo raro que diga ‘esta mujer no está bien’”, asegura Cami Carballa.
“María transmitía mucha paz y mucha pasión por el teatro, hablaba y daba la explicación de cómo iba a dar sus clases con una pasión y un entusiasmo que me cuesta entender todo este final”, reflexiona Camila.

La reunión a la que fueron Camila y Julieta tuvo lugar el 22 de febrero, y María Onetto decidió aislarse de todo a partir del 27 del mismo mes, tal como lo indican las declaraciones de sus familiares que solicitaron la presencia de personal de la Comisaría Vecinal 14 B de la Policía de la Ciudad en el domicilio de la actriz en Humboldt al 2200 el 2 de marzo, luego de que ella dejara de responder llamados desde hace 4 días.
Antes de la desconexión y el comienzo del fatal desenlace, la ganadora de premios Martín Fierro, Cóndor de Plata y Konex se contactó con el diseñador Pablo Ramírez, quien fue posiblemente la última persona que la vio con vida.
“María querida, no puedo creerlo. Si el viernes viniste, te probaste los vestidos, y me dijiste que preferías ir de pantalón y camisa negra a la presentación de Ringo”, expresó Ramírez en Twitter, contando cómo Onetto tenía planificado asistir al lanzamiento de la serie de Ringo Bonavena en la que ella personifica a Dominga Grillo, la madre del mítico boxeador.

El caso de Alicia Baudor es distinto porque se encontraba presente en la reunión a la que Onetto no llegó a asistir y fue testigo de una situación por lo menos llamativa en el Teatro El Grito, y que tal como sucede en situaciones vinculadas a la muerte, es cuestión de creer o reventar.
“Me resultó raro que ya no contestara el mail sobre el último día de reuniones al cual yo tenía que ir. Finalmente ese miércoles fuimos a las 12 y María no llegaba”, relata la actriz que también quería estudiar con Onetto y asistió a un encuentro informativo que la tuvo una hora y media esperando por la docente.
“La chica del teatro la llamaba y la llamaba por teléfono, nos decía que era raro lo que estaba pasando porque María es muy puntual. La esperamos una hora y media en el espacio que ella reservó para esa reunión”, relata Alicia, para luego contar una anécdota que toma un significado singular después del fallecimiento de la figura de grandes ficciones como Montecristo y Tratame bien en TV, y Bodas de sangre, Valeria Radioactiva y La persona deprimida en el teatro, entre muchos otros proyectos.
“Y lo loco que pasó es que a la hora que estábamos ahí, entró una paloma por un ventanal muy alto. La chica se puso muy nerviosa porque no sabía por dónde había entrado y porque se golpeaba contra unos cuadros que había ahí. Entre todos intentamos sacarla y hasta bromeamos diciendo que era María viniendo a dejarnos un mensaje de que llegó tarde o que no pudo venir. Cuando la logramos atrapar y la liberamos, le dijimos ‘chau, María’. Hoy lo pienso y fue muy loco”, narra la actriz para MiTelefe.

Al igual que las otras dos asistentes a las reuniones con Onetto, Alicia destaca la pericia de Onetto para contactarse con quienes querían ser sus alumnos, y hace hincapié en la omisión de respuestas a falta de pocas horas del suicidio: “A mí me llamó poderosamente la atención que ella respondía los mails al instante. A la noche le escribí y siguió sin contestar. Cuando me enteré lo que pasó, quedé muy conmovida. No puedo creer lo que pasó”
Otros testimonios de personas que vieron a María Onetto tanto en su taller como en las calles del barrio de Palermo indican que iba siempre vestida de negro, y que a pesar de su trato dulce y bondadoso hacia los demás, se le notaba la condena de la tristeza sobre su rostro.
La salud mental, la depresión y el suicidio son temas que requieren un abordaje comunitario y responsable. Si vos, algún familiar o allegado tuyo atraviesa una crisis emocional de cualquier tipo, sentís que nada tiene sentido o te encontrás atrapado en una situación a la que no le encontrás salida, podés llamar al 135 (línea gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires) o bien al (011) 5275-1135 (desde todo el país).
Fotos: Télam/Instagram/@duchezarate/Carlos Furman CTBA