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La historia del finde: el perro que salvó a toda una familia de morir asfixiada

Conocé los detalles de este milagro.
Por Mi Telefe

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Sociedad: La historia del finde: el perro que salvó a toda una familia de morir asfixiada

El hecho tuvo lugar en la ciudad de Gualeguaychú, en la provincia de Entre Ríos, cuando los dueños de la casa estaban durmiendo hasta que fueron despertados por su perro labrador que se encontraba en débiles condiciones de salud. Minutos después del milagro, la pareja celebró el nacimiento de su hija Amanda, quien se encontraba en la panza de la madre hasta ese entonces.

"Fue increíble lo que pasó. Afortunadamente terminó en un final feliz y el nacimiento de Amanda fue motivo de alegría y lo que pasó quedó en un segundo plano. Ese día habíamos tenido turno con la ginecóloga que nos había confirmado la fecha de la cesárea, así que nos quedamos en casa y elegimos pasar para el otro día algunas compras que habían quedado pendientes" dijo Rodrigo, el padre de familia, a un medio local.

"Nos sentíamos cansados y nos acostamos temprano, como a las 4 de la madrugada nos despertó el perro muy sobresaltado. Estaba tembloroso, los ojos llorosos y como si algo le estuviera pasando, hacía un ruido raro. Pensando que estaba descompuesto lo sacamos al patio y cuando fuimos a entrar a la casa nos abombó el olor a gas. Abrimos todo, ventilamos, recuerdo que era una madrugada helada, hacía cero grados, pero igualmente cerramos el gas y ventilamos todo, cuando se fue el olor volvimos a acostarnos y le mandamos un mensaje al gasista".

"Al otro día yo me sentía medio aturdido y con mucho dolor de cabeza, Maillén estaba desganada. Hablamos con una médica amiga que nos tranquilizó, pero a la tarde ella se sintió mal y fuimos al Hospital, la atendieron en la Guardia y como tenía presión elevada la llevaron a Maternidad. Entre los médicos hicieron las consultas y cerca de las 21 nació Amanda en Pronto, afortunadamente sin ningún tipo de problemas y con un trabajo bárbaro de los médicos y asistentes que estuvieron siempre al lado nuestro".

"Fue en un calefactor que tenemos en una habitación al lado de la nuestra, en la que estuve haciendo algunos trabajos de refacción. Seguramente habrá habido alguna situación que derivó en que uno de los caños del calefactor sufriera una fisura (...) Era impresionante la cantidad de gas que perdía, cuando el gasista lo revisó no podía creer que perdiera tanto gas. Lo cierto es que la sacamos barata gracias a José Ignacio, nuestro perro, que pudo reaccionar y despertarnos. Sino seguramente hubiera sido otra la historia y con otro final".