Las atadas entraron en conflicto cuando tuvieron que elegir dónde dormir

Lourdes Ciccarone, Selva Pérez y Katia Fenocchio se ataron juntas por 24 horas para conseguir cigarrillos en la casa de Gran Hermano y entraron en conflicto cuando tuvieron que resolver en cuál de las dos habitaciones dormir.

Chiara Mancuso y Gabriela Gianatassio les avisaron que no iban a prestar sus camas y Lulú estaba negada a cambiar de habitación. La uruguaya era la única que estaba dispuesta a dormir en cualquier sitio.

Lulú estalló a los gritos por tener que escuchar opiniones de las personas que no estaban atadas y dejó en claro que “le da asco dormir en otra cama que no sea la suya”.

Las atadas finalmente se acostaron en la habitación verde y fue allí donde surgieron problemas por los movimientos de la Tana que rápidamente repercutían en Lourdes, además de quejas porque “pusieron el aire acondicionado en 23°”. Los ronquidos encima fueron terribles.