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No tienen comida y el kiosco los hundió en la miseria
El kiosco de la semana 22 de la casa de Gran Hermano encontró a los jugadores con casi nada de cigarrillos y con hambre por una floja compra semanal realizada por los invitados.
Hubo jugadores que se disputaron cigarrillos dejados por los seres queridos que fueron yéndose por el voto del público y la compra hecha por Pablo Atkinson y Titi Ruíz no fue eficaz, a punto tal que Sandra Priore comunicó que “no habrá queso durante toda la semana”.

Cuando se abrió el kiosco, la mayoría de opciones tenían comida y atados de cigarrillos. Sin embargo, la votación de los jugadores fue una vez más apostar por el misterio y se inclinaron por la valija sorpresa.
Esta vez no fue como en semanas anteriores donde las opciones misteriosas otorgaron cigarrillos y golosinas en cantidades industriales: lo elegido fue un jenga por 24 horas y tan solo un paquete de puchos.
Mientras que varios reaccionaron con caras de tener que meterse cada trozo del juego en dónde uno vaya a saber; la principal reacción de Sandra fue preocuparse por la falta de puchos. Eugenia Ruíz también, aunque ella también cuestionó la falta de comida caliente.