Escándalo en Misiones: una mamá apostó y perdió los 17 millones de la fiesta de egresados

Lo que debía ser un cierre de etapa inolvidable para los alumnos de la Escuela Provincial de Comercio Nº 19 se transformó en una pesadilla legal y financiera. Romina Enríquez, la madre elegida como tesorera para administrar los fondos de la fiesta de egresados, fue denunciada penalmente tras confesar que apostó y perdió más de 17 millones de pesos en el casino.

La mujer, que actualmente es buscada por la Policía de Misiones, admitió su responsabilidad a través de un mensaje de WhatsApp antes de desaparecer: “No hay justificación para lo que hice. Tengo problemas con el casino. Usé [el dinero] y después, pensando que la iba a recuperar, me fui embarrando cada vez más”.

El abogado y padre de una de las egresadas, Ramón Mercado, explicó que la confianza en la mujer era total: "La conocíamos y la elegimos por votación. Durante ocho meses le depositamos a su CBU personal el dinero de rifas y cuotas".

Las alarmas se encendieron cuando el Salón Pirámides contactó a las familias informando que no había responsables de pago. Aunque Enríquez intentó "pilotear" la situación alegando que estaba trabajando y que pronto enviaría los comprobantes, la presión de los padres la obligó a confesar la verdad: el dinero destinado a comida, decoración, DJ y fotógrafo se había esfumado en apuestas.

Tras la confesión, la mujer apagó su celular, abandonó los grupos de WhatsApp y escapó. Sin embargo, a través de su abogado, presentó un pedido de eximición de prisión junto a un informe psiquiátrico para evitar quedar detenida.

La denuncia penal fue radicada el pasado viernes. Según Mercado, la causa podría encuadrarse como estafa, administración fraudulenta o apropiación indebida, delitos que prevén penas de entre uno y seis años de prisión. Actualmente, la Justicia trabaja en recolectar los comprobantes de depósito de los más de 15 padres damnificados para robustecer el expediente.

Pese al millonario desfalco, los estudiantes no se quedaron sin su noche. Tras una reunión de urgencia, los propietarios del salón permitieron realizar el evento luego de que las familias lograran reunir y abonar 8 millones de pesos adicionales.

En un gesto de madurez que conmovió a la comunidad, los compañeros de curso permitieron que la hija de la acusada participara del evento. “Ella merecía vivir su noche”, expresaron los jóvenes, separando la responsabilidad de la madre del derecho de su amiga a celebrar el fin del ciclo lectivo.